martes, 4 de diciembre de 2012

SinTitulo (Diego Santos)



Se encontraban en una pequeña ciudad llamada Duke, Nuevo México el estado. Hace tres días que nadie los había visto a los tres estudiantes. Fue cuando despertaron del sueño cuando se dieron cuenta que se habían movido inconscientemente. Estaban en un desierto árido, con el sol en su punto más alto y lo único que se podía ver en la distancia era la carretera. Ahí fue cuando empezó el pánico.

Eran tres estudiantes Pedro,  Lisa y James, y los tres asistían a la misma escuela, Nova High school. Días atrás James llegó a la escuela tarde, esto fue raro para sus compañeros debido a que él era uno de los estudiantes más puntuales en de todo el colegio. En el recreo, los dos amigos fueron a buscar a James para averiguar porque llego tarde. Encontraron a James en el corredor de los baños guardando sus libros en su casillero. Cuando lo encontrar los dos estudiantes preocupados preguntaron a James por que había llegado tarde, James asegurándose de que no hubiese nadie más en el pasillo les contó sobre el producto maravilloso que su abuelo le regalo por su cumpleaños de 14 años. 

Se trataba de una pequeña pantalla, del tamaño de la palma de James. Lisa curiosa por el comportamiento de él preguntó “por que tanta precaución de que nadie nos oiga?”. Alguien había entrado al corredor. James sin decir una palabra más salió del pasillo y dejó una nota en el piso que decía “Nos vemos después de clases en la cancha de fútbol”. Al sonar la campana del final del día los Lisa y Pedro fueron caminando hacia la cancha para reunirse con James. Al llegar a la cancha, James ya los estaba esperando, el ya no se veía tan preocupado como antes parecía como si alguien le hubiera dado un calmante debido a su drástico cambio de actitud.

James abrió el dialogo diciendo “perdón por mi actitud hoy de mañana, pero no quería que nadie más se entere de mi regalo”.  Lisa más relajada por su explicación pregunto “pero qué tiene esta pantalla de especial para que solo nosotros podamos saber de ella”, James tomó aire para decir la gran noticia, “Esta pantalla te puede llevar a cualquier lugar en el mundo en cuestión de segundo”. Pedro riéndose “¡Eso es imposible! A lo mejor solo no la quieres compartir”.  Entonces James prendió la pantalla y un mapamundi surgió, “llévame a Roma, en Italia”. Tomó un segundo para que los estudiantes se encontraran en la cuidad de Roma. Ninguno dijo nada por unos momentos, el impacto era tan grande que no lo podían creer. El atardecer acabaría pronto y los vientos cálidos cada vez más, eran remplazados por los fríos. Finalmente James dijo “¿ahora entiendes?”.

Luego de eso momento cada día, después del colegio se reunían en la cancha de futbol y viajaban a alguna parte del mundo.  Para el final de la semana habían visitado más de 50 diferentes lugares atraves del globo.  Era una mañana fría de invierno faltaba solo una semana más hasta que empiece la novena y los amigos sabían que este era el último día que iban a poder viajar juntos debido a que ya no podían ausentarse en épocas navideñas. Se reunieron el lugar habitual y como éste era su ultimo viaje por las próxima dos semanas decidieron ir a un lugar muy lejano, Fiji.

Fue cuando James dijo el nombre que algo raro paso, el espacio que rodeaba a los muchachos empezó a cambiar de manera drástica.  Experimentaron diferentes climas por los próximos minutos y el paisaje que los rodeaba cambiaba al segundo.  Llegaron a climas tan extremos las manos de Pedro llegaron a congelarse y Lisa casi se desmaya del intenso calor. Fue entonces cuando los estudiantes se desmayaron y cayeron en un profundo sueño.

Se encontraban en un desierto árido, en la distancia solo se veía una carretera y nada más por kilómetros de distancia. El primero en despertar fue James. Su ropa, igual que la de Pedro y Lisa, estaba cubierta en polvo y su rostro le dolía debido al intenso calor al cual su piel fue expuesta.  Antes de despertar a los demás abrió la pantalla para saber donde se encontraba y para su alivio aun seguía adentro de los Estados Unidos. Prosiguió a despertar a los otros, igual que el a ellos les dolía el rostro y el cuerpo por haber dormido en el piso. La pantalla además de transportarlos por el mundo,  adelanto el tiempo y el día  que pasaron inconscientes, terminaron siendo tres.

Fue entonces cuando James abrió la pantalla y aún con temor de que algún incidente vuelva a pasar dijo, “Llévame a Miami, Florida”.  En un parpadeo se encontraban de nuevo en el colegio. Ahora que estaban de vuelta en su ciudad, se dieron cuenta de los varios lastimados que tenían en todo el cuerpo. Pedro fue el más afectado, sus dedos se habían congelado por el frio al que fueron expuestos y una de sus costillas se rompió.

Antes de llevarlo al hospital Lisa aún con miedo de que algo como lo que les pasó vuelva a suceder cogió la pantalla y la rompió en dos.  Ella sabía que era la única excusa que tenia para explicarles a sus padres lo sucedido pero aunque no la hubiera roto, ellos no le habrían creído.  Al llegar al hospital sus familias fueron contactadas y ellos acordaron en no decirles nada sobre lo acontecido y en cambio  indicar que la razón su desaparición fue un robo.

 

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