jueves, 29 de noviembre de 2012

El Biho (Bruno Vega)


Todo comenzó cuando un chico llamado Yamil y su amigo Santiago, dos estudiantes de secundaria, fueron de campamento al bosque cerca de su escuela. Los dos chicos estaban asando unos malvaviscos cuando escucharon un sonido muy fuerte a la distancia. Cuando fueron a ver cuál era la causa de ese sonido encontraron una especie de cápsula en el suelo. La cápsula tenía tres pedazos diferentes de color verde grisáceo y en el medio había una bola  que parecía ser plata. Santiago, con su curiosidad decidió agarrar la extraña cápsula. “¡Cuidado!” dijo Yamil “¡podría ser una mina!” en el desconcierto, Santiago dejó caer a la extraña máquina. De repente, la máquina comenzó a vibrar y se abrió, creando una luz enceguecedora que cubrió completamente a Santiago. De repente Santiago empezó a gritar. “¡AAA! ¡Algo me agarró!” la luz enceguecedora se había calmado y de la oscuridad salía Santiago y una criatura extraña de tamaño bien grande agarrando su brazo. La extraña criatura era de color verde, tenía un solo cuerno en el medio de la frente y un cuerpo humanoide musculoso y con escamas. La bestia tenía agarrado firmemente el brazo de Santiago quien estaba desmayado por el terror y la conmoción de lo ocurrido. La criatura le soltó el brazo y se sentó al lado del cuerpo desfalleciente de Santiago.

            Yamil se había recuperado del terror que le causaba la bestia y decidió volver para esconderse. “No temas, no quise causarles ningún daño” dijo la criatura, y Yamil respondió “si eres tan pacífico deja a mi amigo o, o te pego con este palo” el humanoide se río “créeme que con ese palo de juguete nunca me lastimarías. Soy Epirion, el último de los Biho, una raza que se dedica a proteger los planetas de la maldad de los Zoanoides. Estoy muy débil de mi última batalla y desearía que me dieran refugio en sus hogares.” Yamil, pensativo le dijo que sí, con la condición de que sea sumamente discreto. Epirion accedió y cargó a Santiago hasta llegar a la casa de Yamil. “mmmm, qué está pasando Yamil, me siento mareado.” Yamil respondió “No hay de qué temer Santi, este extraño solo me ayudó a cargarte para que llegáramos a tiempo a mi casa.” Santiago miró a la extraña criatura que le estaba cargando con una mezcla de miedo e interés. “¿qué es eso?” dijo Santiago, “es Epirion, un Biho.” Dijo Yamil, “Y el último” agregóEpirion.

            La mañana siguiente cuando Yamil volvía de la escuela se encontró con Epirion. Estaba perfectamente mimetizado con los árboles cerca de su casa. “¡Dios, no me asustes así!” dijo Yamil. “fue muy bueno de su parte dejarme quedar su casa, pero ahora voy a tener que volver a mi nave.” Dijo Epirion “¿Un solo día? ¿Qué clase de cosa eres?” dijo Yamil. “Soy un Biho, y debo  usar mi nave para volver mi base.” Yamil llamó a su amigo Santiago y juntos con el monstruo llegaron de vuelta donde estaba el pequeño círculo metálico con la bola en el medio. “como piensas encajar en tu nave. Riéndose el Biho dijo, “es un tele transportador, me lleva desdedonde esté el transportador aquí hasta dónde está mi nave en un planeta cercano.” Fascinado Yamil le preguntó a Epirion si él y Santiago podrían visitar el interior de su nave. “lamentablemente no les puedo permitir entrar a mi nave, pero les voy a dejar estos brazaletes. Si alguna vez ven algo extraño, más extraño de lo normal solo toquen este botón en el centro de su brazalete y el escuadrón de seguridad les ayudará, lamentablemente este es un adiós.” Epirion se paró en la pequeña cápsula cuando de repente, detrás de un arbusto no muy lejano se escucharon unos ruidos extraños.  Sin volver para pensar, Epirion se lanzó hacia el arbusto donde se generaron un grupo de sonidos fuertes y deformados. Cuando Epirion volvió estaba cargando otra criatura que también tenía escamas, pero una forma corporal más animal y salvaje. “Parece que me tengo que quedar”, dijo Epirion con ojos apenados. “¡¿Qué es eso?!” dijeronYamil y Santiago asustados en unísono.

            “Esta criatura solía ser uno de su especie.” Dijo Epirion. “¿Pero como es que algo tan bestial y deformado sea un humano?” dijo Yamil. “Ese es el problema, eso ERA humano, pero ha sido transformado por un Zoanoide. Miren sus ojos, son humanos, si fuera un Zoanoide genuino tendría ojos amarillos.” “¿Cómo se transformó?” Dijo Santiago. Sentándose, Epirion empezó a contarles lo que son los Zoanoides. “Zoanoide, en mi lengua nativa significa parásito incontrolable. Los Zoanoides son una raza que destruye la civilización mas avanzada del planeta que invaden, desde adentro” Los chicos se miraron a si mismos con una mezcla de miedo y sorpresa. “Continúa, perdón Epirion” dijo Yamil. Epirion asintió y continuó con la descripción. “Aunque hemos derrotado a bastantes Zoanoides nunca nadie ha podido descubrir la verdadera forma de un Zoanoide. Los Zoanoides absorben al organismo dominante del planeta, o el más abundante, y absorben todos sus atributos, como la apariencia física y sus memorias. Una vez que se apoderan de todo lo que necesitan de la persona, los Zoanoides lo transforman en su miedo más grande, lo cual generalmente causa que los demás de su especie ataquen al original, dejando al Zoanoide en la oscuridad libre de sospecha.” “Pero si sabías que era humano ¿porqué lo atacaste?” dijo Santiago “Cuando un Zoanoide asimila todo lo que necesita del original, pulveriza su cerebro para que sea una criatura que cause miedo, y ataque a todo lo que ve.” Dijo Epirion “¿Cómo pueden ser tan crueles?” dijo Yamil. “Los Zoanoides no les importa la vida de los demás, solo controlar hasta que todo esté en su dominio, así perdí mi planeta.” “¿Cómo salvaremos a nuestro planeta?” - dijo Yamil “Solo es cuestión de tiempo hasta que el Zoanoide trate de apoderarse de su líderes. Su presidente.” Dijo Epirion. “¡Ayúdanos Epirion!” dijo Santiago “No puedo, ¡¡ustedes residen en este planeta!! ¡ ustedes tienen que salvar al presidente!!

0 comentarios:

Dí lo que piensas...