jueves, 22 de noviembre de 2012

2024 (Daniel Blair)

Se considera que los humanos, especie dominante de la tierra, han avanzado increíblemente rápido en los aspectos de tecnología, supervivencia y las ciencias del universo, sin embargo, se presume que el 26 de mayo de 2024 fue la culminación total de la evolución humana. Ese preciso día un humilde asistente de laboratorio descubrió las ramificaciones para poder aumentar al cuerpo humano tecnología biótica en su estado crítico, nunca antes visto en el mundo. Claro, que si un soldado en la Cuarta Guerra Mundial perdía un brazo por el virus que se soltó en Norte América por la Unión Soviética, que atacaba las extremidades del cuerpo y se lo tuvieran que cortar para que no se esparciera al resto del cuerpo, se le podía otorgar un brazo prostético capaz de llevar a cabo el noventa por ciento de las actividades de un brazo normal. Pero esto era totalmente diferente. Si a uno le dieran la bendición de poder aumentar a su cuerpo esta tecnología, este individuo podría tener poderes súper-humanos, por decirlo así.
Pongamos como ejemplo queel individuo decide ponerse piernas bióticas. Entonces, ahora podría caer de un cuarto piso sin ni siquiera pestañear, correr a 120 km/h, y lo mejor de todo, podría, con los ajustes precisos, escalar una pared vertical. Es más, cada adaptación sería modificable. Para los buceadores, sus pies se transformaban en aletas para ir mucho más rápido bajo el agua. Las posibilidades eran infinitas. Y eso que los implantes biónicos no solo estaban limitados al exterior. Se podían implantar pequeños discos en cada lado del cerebro que le permitían hacer cosas nunca antes posibles. Uno podía ver en infra-rojo, aumentar su IQ, controlar dispositivos personales solo con el pensamiento, prender el carro con la mente, etc. Si bien hemos avanzado tecnológicamente, algunos historiadores argumentan que nuestra capacidad intelectual no ha variado inmensamente desde nuestros ancestros. El cerebro ha experimentado muy leves cambios, casi imperceptibles desde la edad prehistórica, pero después de ese día, cualquiera podía aumentar su inteligencia y, más importante, su potencial intelectual. El cerebro no se cambia en lo absoluto, los discos solo le permiten romper sus límites.Sin embargo, como todo lo demás en el mundo, todo dependía de cuánto estabas dispuesto a pagar.
Jeff se encontraba mirando una pantalla levitando en frente suyo. No le prestaba ninguna atención a la mujer sentada a un lado.
-“Jeff,” la mujer dijo.
No hubo respuesta.
-“Jeff,” dijo la mujer en un tono preocupada.
No hubo respuesta.
-“Je,”
-“Qué quieres Eli, no ves que estoy ocupado!” dijo el hombre repentinamente, interrumpiendo a la mujer.
-“Lo siente, es solo que te…,”
-“Olvídalo, no es tu culpa. Es solo que a este imbécil le acaban de dar todavía otro premio. Acaso no tiene suficientes?”
Era el 2029, y en el monitor era visible la celebración del quinto aniversario del  invento de  la modificación biótica al ser humano. El hombre que recibía el premio se llamaba Gustav Reags. Era el billonario más joven del mundo en la actualidad, era el queaparecía en las portadas de la revista Forbes, era la persona que poseía la mansión más costosa en el mundo, actualmente valorada en 18 billones de dólares. Era él quien inventó los aumentos biónicos. ¿Cómo lo consiguió?, nadie sabe. Aparece un empresario de 22 años de edad, con una promesa de un mejor futuro y nadie se pone a hacer preguntas.
-“Y pensar que solía ser el asistente de un laboratorio cualquiera,” pensó Jeff.
Desde que logró patentar su idea con una corporación internacional, se esparció tan rápido que sus primeros prototipos estuvieron disponibles para realizar pruebas 6 meses después, y en 11 estuvieron listos para vender al público. Jeff, que trabajaba en un sector justo al lado del de Gustav, como biólogo neurológico, había aplicado para ser intercambiado al sector de Gustav. Se había hartado de su trabajo, atascado sin respuesta alguna en un problema sobre aquello; quería incorporarse en el equipo del Doctor Fleming, en ese entonces el jefe de Gustav. Le habían aprobado la transferencia, pero dijeron que tomaría 3 días realizar el cambio. Jeff aplicó el 24 de mayo de 2024. De haber aplicado un día antes hubiera sido incluido en el equipo que hasta siempre hubiese sido recordado como el que “revolucionó la evolución humana.”
No era solo envidia, a Jeff nunca le convenció la idea de modificar nuestros cuerpos sintéticamente para poder hacer cosas súper humanas. No era normal. ¿Desde cuándo los humanos decidían si eran capaces de respirar debajo del agua, o volar? La evolución se suponía que tomaba millones de años, a través de un proceso complicado, no en el espacio de un día y medio mientras te removían tu pierna anterior y te daban una biótica. Algo andaba mal.¿De dónde saca los recursos un don nadie de apenas veintidós años de edad para comprobar una idea tan radical y tan nueva hacia el público, y que se haga verdad así de fácil?

Fue un día que Jeff andaba husmeando por las oficinas de “Reags and Boston”, la compañía de Gustav, que averiguó que tan mal estaba la situación. Encontró dos gerentes tomándose un café cuando escuchó algo que lo hizo poner atención.
-“
¿
Escuchaste lo que Reags dijo en la reunión hoy de tarde? “dijo uno.
-“
¿
Qué reunión?”- dijo el otro.
-“Así que no te invitaron. Qué tal…”
-“
¿
De qué hablaron? Me tienes que decir, sabes cuánto me interesan los nuevos descubrimientos para mi brazo biónico.”
-“Fue confidencial, no tengo la autorización para decírtelo.”
-“
¡Ayy, vamos! ¡
Cuéntamelo!”
-“Bueno, pero me debes una. Dijo algo de que si el nuevo prototipo no estaba listo a tiempo el maestro no iba a estar muy feliz que digamos.”
-“
¿
El maestro?”
-“No sé, me pareció que se refería a sí mismo en tercera persona. Cuando tienes tanta plata como él, a nadie le importa gorro, con tal de que reciban sus cheques al final del mes.”
Jeff sabía que tenía algo importante entre sus manos. ¿Quién era este maestro? ¿O era que Gustav finalmente le llegó la fama a la cabeza?
Sin tener ni idea de lo que hacía, se dirigió directo hacia la oficina de Reags, situada en el pent-house de la compañía. Cuando abrió sigilosamente la puerta, se dio cuenta de lo enorme que era. ¡La oficina en si era del tamaño de 9 oficinas de gerentes en el cuarto piso! Nunca iba a encontrar algo que le revele la verdad sobre este misterioso hombre. Escuchó un ruido proviniendo del baño, y corrió hacia el escritorio en la mitad del cuarto, para esconderse. Este era del tamaño de un carro; era fácil no ser visto.
Cuando se volvió a parar vio que nuevamente estaba solo. Bajó la cabeza, y encima del escritorio había una especie de radiografía. Su corazón comenzó a latir rápidamente. Al mirar más de cerca se dio cuenta de que era un cerebro humano, con los pequeños discos metálicos a cada lado. Iba a bajar la imagen cuando le pareció ver algo raro, fuera de lugar. Miró de cerca a los discos y ¡Santo Cielo!!! …. eran discos, no de metal, sino totalmente biológicos. Eran una parte del cerebro, con venas y arterias propias. ¿Cómopasó esto? Era como si un humano hubiera nacido con esto, no había sido implantado. ¿Podía ser que tanto se modificaba lo exterior que el cuerpo  ya comenzaba  a nacer con implantes biónicos?       ¡ No podía ser!!!. Este cerebro, según sus cálculos, le pertenecía a un hombre de 27 años. Esta persona nació antes que el descubrimiento.
¿Quién era este hombre?
Dio vuelta a la hoja y vio escrito en letras pequeñas “Gustav Reags”.

0 comentarios:

Dí lo que piensas...